viernes, 30 de noviembre de 2012

warisata


Las obras de Don Elizardo Pérez se resaltan en este artículo biográfico del personaje que junto a Avelino Siñani ofrecieron una seria alternativa educativa a los olvidados y explotados de principios del siglo pasado.
altElizardo Pérez nació en Ayata, provincia Muñecas del departamento de La Paz el 6 de noviembre de 1892. Realizó estudios primarios en los colegios de La Paz. En 1909 ingreso a la recién fundada Normal de Maestros de Sucre, y una vez egresado gano un puesto entre los primeros docentes, prestó sus servicios en las escuelas urbanas y posteriormente desempeñó el cargo de inspector de Escuelas Provinciales.

En abril de 1931 fue designado director de la Escuela Rural de Miraflores de la ciudad de La Paz, transcurridos unos quince días de su nombramiento presento renuncia del cargo por incompatibilidad con sus  principios pedagógicos.

Pérez sostenía que la escuela del indio debía estar ubicada en el corazón mismo de las comunidades campesinas. El Ministro de Educación comprendiendo la significación de aquella idea, le confirió facultades para ubicar la nueva escuela en el lugar más adecuado. Para cumplir esa misión histórica se dirigió a varias poblaciones próximas al lago Titicaca. En Warisata encontró una mejor predisposición para llevar adelante esta obra.

Avelino Siñani, un aymara amante a la educación y con altas virtudes humanas comprometió su decidida acción para materializar las intenciones del Profesor Pérez. El acontecimiento trascendental tuvo lugar el 2 de agosto de 1931. Aquel venturoso día, se fundó la primera escuela indigenal al pie del majestuoso Illampu.

Elizardo Perez, como Director de la nueva escuela, desde su “chujlla” emprendió la tarea de construcción. Su entrega total a la causa del indio,  despertó entusiasmo de liberación  en los hombres morenos del ande.

En lo pedagógico, creo el sistema nuclear en base del ayllu aymara y quechua porque estaba firmemente convencido de que la escuela indigenal no podía ser simple escuela de enseñar a leer y escribir que traumatiza el pensamiento; sino la escuela de acción por la vida y para la vida, la escuela comprometida con la liberación.

La obra de Pérez, después de la Guerra del Chaco fue respaldada por los ex combatientes y en forma decidida por el Presidente Germán Busch, quien para rendir homenaje a la fecha de creación de la escuela de Warisata e impulsar la educación del indio, dicto un Decreto Supremo, estableciendo el 2 agosto de cada año como el “Día del indio”.

El sistema nuclear, pese a las campañas desatadas por el gamonalismo, no se detuvo. Su irradiación alcanzo a todo el territorio nacional, e incluso sus principios pedagógicos se incorporación en los sistemas escolares de Guatemala, Perú, Ecuador, y otros países de América Latina. Pérez, poseído de una férrea voluntad, nunca estuvo dispuesto a claudicar para dar paso a las ambiciones interesadas y la falacia destructora de sus opositores.

En 1937 asumió el cargo de Director General de Educación Indigenal, y desde esa situación fortaleció las acciones emprendidas en los núcleos indigenales del país, consiguió fondos destinados para la construcción de locales escolares, adquisición de movilidades, herramientas y materiales didácticos para las escuelas.

altA fines de 1939, asistió al Congreso Indígenista Interamericano organizado en Patzcuaro, México. En las deliberaciones del evento continental, Bolivia logro un gran triunfo con la aprobación de la Doctrina Indigenal de Warisata. En la ocasión, Pérez se gano la estima del Presidente Lázaro Cárdenas, quien lo invito a cumplir funciones de Consejero en Educación.

Entre tanto en La Paz, la insidia y los ataques contra su obra, se hicieron insistentes hasta que sus opositores consiguieron la destitución de Pérez. Su aislamiento de la Dirección General, constituyo un estancamiento de la educación indigenal de Bolivia, Warisata fue el principal blanco de la acción destructora de quienes dentaron la conducción del Ministerio de Educación.

En 1947, dada la trascendencia de su labor desplegada a favor de la educación indigenal, fue invitado por la ciudadanía de Llica para postularse como candidato a Diputado por Nor Lipez. En las elecciones el pueblo lo llevo al Congreso.

Desde al curul parlamentario, se desempeño íntegramente a trabajar por sus mandantes. Creo la provincia Daniel Campos en el departamento de Potosí, y como fruto de su infatigable labor, por vez primera llego la ayuda del Estado a esas alejadas regiones fronterizas del país. En las comunidades de la nueva provincia se instalaron molinos de viento, bombas y cañerías para el suministro de agua potable, se construyeron locales escolares y se dotaron de materiales y herramientas de trabajo a las escuelas.

En junio de 1948 fue nombrado Ministro Educación. Su permanencia en el cargo fue solo de tres meses consecuencia de una crisis total de gabinete. Así mismo asistió al II Congreso Indigenista celebrado en Cusco, Perú. (Partes del discurso del maestro Elizardo Perez en el Congreso Indigenista).
El año 1953 fue invitado al Congreso Internacional de Ginebra, Sector Educación, donde se encontró con su maestro George Rouma. Al año siguiente fue contratado por UNESCO para fundar núcleos escolares en la región del lago Titicaca con sede en Puno - Perú.

En 1962 volvió a Llica, convencido de que allí funcionaba la escuela – ayllu que soñaba. En el pueblo compartió con autoridades y vecinos del lugar, hablo vehementemente con los maestros sobre sus experiencias e hizo la primera presentación de su libro “Warisata, Escuela Ayllu”.

Muchos docentes que entonces recibimos sus sabias enseñanzas y su aliento creador, sentimos aun entrañable aprecio por el maestro que consagro su vida por la educación indigenal. Su obra “Warisata Escuela Ayllu” es considerado un magnífico libro de Pedagogía y Sociología.

En 1963 el Presidente Víctor Paz Estensoro lo invito fundar y dirigir en Tarija el Instituto Superior de Educación (ISER). En el nuevo centro organizó e implementó los cursos destinados a las especializaciones de supervisores y profesores de escuelas normales rurales del país. Después de encaminar la institución, por razones de salud se vio obligado  dejar el ISER y ausentarse a la Argentina. Antes de su viaje le fue otorgada la condecoración de la orden boliviana de la Educación, en la grado de Gran Oficial y al año siguiente, de Comendador, y a los diez años (1973) en ocasión de su último viaje a La Paz, se le entrego la Condecoración del Cóndor de los Andes.

Don Elizardo Pérez falleció el 15 de septiembre de 1980 a sus ochenta ocho años de edad en Buenos Aires, Argentina. En julio del año 1993 sus restos mortales fueron traídos a La Paz, en esa oportunidad recibió sendos homenajes en el Congreso Nacional en la Casa  Social del Maestro. El día 1° de egreso el Presidente Hernán Siles Zuazo, en medio de una gran concentración de autoridades gubernamentales y educativas, representantes de organizaciones sindicales, estudiantes de diferentes ciclos y niveles, y campesinos de la jurisdicción de Warisata, presidio las exequias fúnebres al pie del monumental edificio que levantara con Avelino Siñani y con los amautas y campesinos de Warisata.

He ahí la vida, el ideario y la obra de este luchador infatigable por la educación y la liberación del campesino boliviano, hoy su figura  polifacética, sigue siendo punto de referencia para las innovaciones pedagógicas y faro encendido para alimentar el pensamiento de los desamparados por las injusticias sociales.